¿Cómo mejorar nuestro bienestar en una sociedad sin tiempo y con prisas o no descuidarlo en épocas de mayor carga personal o de trabajo? Una de las claves, incorporar la filosofía 80/20 al estilo de vida propio.
Muchos profesionales creen no disponer de suficiente tiempo o energía para cuidarse o aumentar su nivel de bienestar. Y están en lo cierto desde la perspectiva con que lo abordan. Lo que tal vez desconocen es que un cambio de enfoque les permitiría alcanzar esas metas con las que inconscientemente sueñan.
La mayoría de nosotros hemos aprendido e interiorizado que la relación entre esfuerzo y resultado es 1:1. Para aumentar nuestros resultados con respecto a los obtenidos actualmente, tendríamos que incrementar proporcionalmente el esfuerzo aplicado. Así que si ya estamos desbordados, ¿cómo vamos a incorporar hábitos nuevos?
Según la regla 80/20 o principio de Pareto[1], que dice que en muchas casuísticas el 20% de los recursos es el que genera el 80% de los resultados, existe una cierta “injusticia” en la distribución recurso-resultado, que resulta muy beneficiosa para el bienestar personal ya que nos permite saber distinguir lo prescindible y transformar nuestra vida con poca dedicación.
Y aunque estas cifras no son exactas en todas las observaciones realizadas, nos indican que en muchas circunstancias, acciones y resultados no son proporcionales:
- La perfección (alcanzar el 100%) tiene un coste muy elevado, mientras que alcanzar el 80% del resultado es más sencillo pues requiere proporcionalmente mucha menor dedicación.
- La clave del éxito es averiguar el qué, ese 20% de actividades que te generan mayor beneficio.
Practicar el estilo de vida 80/20
En el mundo profesional el principio de Pareto está muy presente. ¿Qué 20% de productos genera el 80% de ventas? ¿Qué 20% de responsables realizan el 80% de los ascensos? ¿Qué 20% de trabajadores generan el 80% de los ingresos o realizan el 80% del trabajo? (¿te habías dado cuenta?).
En mi experiencia como consultora de empresas, planificaba y gestionaba los proyectos analizando en primer lugar qué actividades eran las de mayor impacto sobre el cliente y sobre el proyecto y me enfocaba en ellas. Éxito garantizado. Y es que conozco la regla 80/20 desde que descubrí al Dr. Joseph Juran[1] durante mis estudios de ingeniería y la aplico desde entonces, tanto profesionalmente como a nivel personal. El Dr. Juran y sus “poco vitales y muchos triviales”, me permite eliminar lo que me resta energía y tiempo para centrarme en lo realmente importante.
Practicar un estilo de vida 80/20 consiste en ser conscientes de las acciones que tienen mayor impacto sobre el bienestar de cada uno y ponerlas en práctica: encontrar el propio 20% y enfocarse en él.
Y algo que dicho así resulta obvio y parece sencillo, presenta varios obstáculos:
El primer obstáculo es averiguar lo que nos produce mayor bienestar. En la mayoría de casos nuestro condicionamiento en esta materia es enorme y a no ser que el cuerpo provoque reacciones inmediatas negativas, desconocemos lo que nos está perjudicando y en qué medida hasta que se desata una enfermedad. Somos básicamente incapaces de identificar por nosotros mismos ese 20% que nos genera mayor beneficio si no dedicamos mucho tiempo y esfuerzo. Si añadimos que nos movemos dentro de un conjunto limitado de posibles acciones, las conocidas o experimentadas por nosotros o por nuestro círculo de influencia, las posibilidades de éxito se reducen mientras aumenta la frustración y el malestar.
El segundo obstáculo que podemos encontrar es ponerlo en práctica. Trasladar la teoría a la práctica requiere incorporar nuevas acciones a nuestra vorágine diaria de forma sostenible pero también vencer la resistencia inicial al cambio. Muchas veces en materia de bienestar se vence porque aparece un problema de salud o por empeño, pero eso dura lo que dura el susto o la motivación o la cabezonería.
El asesoramiento profesional facilita este proceso y permite obtener grandes resultados en cortos espacios de tiempo. En The Balance Key se prioriza la escucha y la experimentación con el objetivo de que cada persona aprenda lo que le funciona, dotándole de herramientas y recursos para que pueda incorporarlo a su día a día. ¿Magia? No, sólo trabajo bien hecho. El trabajo del cuerpo humano cuando le das lo que realmente necesita.
Si estas buscando asesoramiento profesional, no dudes en contactarme en info@thebalancekey.com, o consulta www.thebalancekey.com Con el apoyo de The Balance Key – Consultoría de Bienestar para profesionales y empresas, descubrirás tu 20% y aprenderás a ponerlo en práctica de forma sostenible.
[1] El Dr. Joseph M. Juran https://www.juran.com/about-us/dr-jurans-history/, observó el fenómeno 80/20 en los problemas de calidad y bajo el nombre de “los pocos vitales y los mucho triviales”, indicaba que la mayor parte de los defectos se debía al 20% de las causas.
[1] El Dr. Joseph M. Juran https://www.juran.com/about-us/dr-jurans-history/, observó el fenómeno 80/20 en los problemas de calidad y bajo el nombre de “los pocos vitales y los mucho triviales”, indicaba que la mayor parte de los defectos se debía al 20% de las causas.
[1] Wilfredo Pareto (1848-1923), a quien debe su nombre la regla del 80-20, fue un economista italiano que observó que el 80% de las tierras de Italia pertenecía al 20% de la población y a partir de ahí observo una distribución no proporcional en la riqueza que traslado a otros ámbitos económicos.